VERANO
Mariposa casi no puede volar. Será el calor que está por venir. Se siente como cuando era una pesada oruga, todo el día deglutiendo, hoja va, hoja viene, engordando y creciendo cada día unos milímetros más (ni que le fuera su vida en ello), aprovechando el jugo de cualquier brote tierno. Eso sí, entonces comía muy bien, y se sentía feliz de ser la más turgente de las orugas.Pero hoy en día sólo se ven colecciones de insectos palos. Pues bien, ¡Basta de azúcar! ¡No más néctar! No volverá a libar de las delicias hipercalóricas. A partir de mañana sólo se nutrirá de ensaladas. No será fácil para su espiritrompa.
Todo sea por la convergencia evolutiva
0 comentarios